La cultura de Tailandia incorpora creencias culturales y características propias de la zona en la que se ubica el país actual. Ha recibido importante influencia de la India, China y Camboya, así como de las culturas prehistóricas vecinas de sureste de Asia. Está también marcada por el budismo, el hinduismo, el animismo y por migraciones desde China y el sur de la India.
Tailandia es el único país del sureste asiático que nunca ha estado bajo la dependencia de otro país.
Otro aspecto destacable de la sociedad tailandesa es que las mujeres, a diferencia del resto de la población femenina del área, desempeñan un destacado papel, en especial en la artesanía. Ninguna cultura, entendida a la manera occidental, ha predominado totalmente en el país.
La era de mayor desarrollo cultural fue el periodo Sujothai (1238-1378), momento en el que los tai absorbieron elementos distintivos de varias civilizaciones con las que entraron en contacto, como la china y la india.
Da un gran valor social a la familia, la cual es considerada como un pilar básico de su sociedad. Desde la edad más temprana se les enseña a los niños el respeto a sus mayores, tanto a nivel social como familiar.
Los tailandeses le conceden una gran importancia a las formas, la cortesía, la corrección en el trato y la conducta, en busca de una convivencia armoniosa, respetuosa y pacífica.
Su comportamiento diario trata de evitar cualquier tipo de disputa o confrontación pública que pueda poner en evidencia a las personas; tampoco es bien visto criticar o reprender de forma pública a las personas, lo que se interpreta como una forma de violencia, que puede afectar de forma muy seria a la reputación de las personas.
El Budismo en Tailandia es en gran parte el de la escuela Theravada, seguido por el 90% de la población.
El budismo tailandés se ha integrado con la religión popular, así como las religiones chinas de la gran china tailandesa población. templos budistas en Tailandia se caracteriza por altos oro stupas, y la arquitectura budista de Tailandia es similar a la de otros países del sudeste asiático, en particular Camboya y Laos, con el que comparte Tailandia patrimonio cultural e histórico.
Los personajes que aparecen en todas las representaciones generalmente responden a una mezcla entre hinduismo y budismo. La verdad es que entender la historia detrás de todo lo que hay en un templo es una tarea como poco complicada, especialmente porque las estatuas y los gigantescos murales dentro de las salas cuentan una historia que pertenece a momentos de la vida de Buda, o a escenas de otros reinos y planos de existencia de la cosmología budista. Pero dejando esto, y a Buda y sus mil encarnaciones momentáneamente de lado, las figuras más sencillas que vamos a ver son muchas veces fusiones entre animales, animales y personas, o animales con características extraordinarias.
Yaksha. Los yakshas son espíritus protectores de la naturaleza, presentes en el hinduismo y el jainismo (otra religión de India un poco más “under”, que se basa en conceptos bastante interesantes como la no violencia y el no absolutismo). En Tailandia son reinterpretados como guardianes de templos y son representados con mucho color, armadura y espada, ojos saltones y colmillos grandes.
Garuda. Es una gran ave mitad humana y es el símbolo nacional de Tailandia, al igual que el de Indonesia. En el hinduismo Garuda es el vehículo de Vishnu, y en los templos tailandeses aparece representado simbólicamente en los ornamentos ondulantes del exterior de los techos, llamados lamyong. En el Mahabharata, texto mitológico de la antigua India, se dice que con un batir de alas Garuda puede secar un mar, y con otro batir de alas puede mover montañas y llevarlas hasta el océano.
Naga de cinco cabezas. Es la serpiente que aparece sobre la cabeza de Buda como una protectora contra los malos espíritus. Vive en un reino subterráneo llamado Naga-loka, donde hay muchos palacios y piedras preciosas. La serpiente Naga también cobijó a Buda de la lluvia mientras él estuvo siete días en meditación.
El elefante Erawan de tres cabezas. Es montado por Indra, dios hindú de la lluvia y las tormentas. Erawan es el monarca de todos los elefantes, y es quien teje las nubes. Se dice que busca con su trompa agua en el inframundo, y después la rocía sobre el cielo para que Indra haga llover.
Kinnari. Mitad ave, mitad mujer; una cisne humana. Es la deidad de la música, la danza y la poesía, y se cree que su voz es hermosa.
Nok Hasadee. Es un animal con trompa de elefante, cuerpo de serpiente marina y patas de león, que habita en Himmavanta, un bosque mitológico que aparece en los antiguos textos hinduistas. Cuando está aburrido se pone a jugar haciendo mucho ruido, lo que sirvió de explicación a los tailandeses para el origen de las tormentas.
Rajasi. Es un león muy fuerte y elegante, con llamas cubriendo todo su cuerpo, y es a quien todos temen en el bosque de Himmavanta por su magnificencia.
Hong. Es un ave de la buena suerte y con una trompa o pico muy largo, un animal hermoso y de una gran elegancia; sinónimo de belleza. Su figura aparece en el barco real, el Si Suphannahong.
Buda también existe en otras formas no terrenales, como el Adi-Buda, el buda que trasciende el tiempo y el espacio y que hace referencia a una energía que existe desde antes de la formación del mundo, o el Amithaba, un buda que existe en otro universo, que es luz infinita y la mente de todos los budas.
Otra cosa importante que tenemos que tener en cuenta al hablar de budismo, es que no todos los budas son Buda. Buda significa aquel que está despierto, que ha roto con la existencia cíclica del sufrimiento humano, que está liberado. Siddharta Gautama es el último iluminado y el que llegó al Paranirvana, un estado de la existencia sin muerte, el abandono del cuerpo en pos de la vida eterna: por eso es EL buda. Pero en el budismo hubieron algunos budas más, otros 27 para ser exactos, es decir, 27 iluminados más que son representados de forma bastante similar al Buda que conocemos, pero que en realidad fueron otras personas, con nombres diferentes, que llegaron a la iluminación igual que Siddharta. Maitreya, el buda futuro del que hablábamos antes, se cree en la escatología budista que será el buda número 29.
Casi siempre vemos estatuas de Buda en diferentes posiciones y haciendo variados gestos con las manos. Estos gestos sagrados se llaman mudras y se utilizan durante la meditación budista; cada uno de ellos tiene un significado y una cualidad que sirve a los diferentes objetivos que se busquen alcanzar mediante la meditación. Meditar teniendo en cuenta los diferentes mudras ayuda, por ejemplo, a la disipación del miedo, a la concentración, a la auto-sanación, y a la remoción de obstáculos y de sentimientos negativos.
El budismo es un tema con muchas capas, muchas interpretaciones y reinterpretaciones, y que trae consigo todo un sistema filosófico y una forma diferente de ver el mundo y la realidad en todos sus planos y universos. Casi que lo podríamos llamar budología, y da para mucha, mucha lectura e investigación. Espero que con este post, que no llega a explicar ni menos de la mitad de lo que es el budismo, les haya podido despertar el interés por un aspecto diferente de esta práctica/doctrina filosófica/religión que tanto nos inunda los sentidos cuando visitamos esta parte del mundo.
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