Tsunami en Tailandia (Lo Imposible).
La noche de antes del 26 de diciembre de 2004 me dormí pronto. Yo no celebro la navidad, pero en Asia te obligan y cuando cené me fui a dormir pronto. Mi mayor preocupación era saber si mi marido iba a tener trabajo", relata María.
Ese mismo día, el Tsunami asoló Tailandia y así lo recuerda: "Fuimos a desayunar y a hacer planes. Yo tenia que poner una lavadora... Planteamos dejar a los niños en el hotel y buscar una lavandería, pero en el ultimo momento dijimos que íbamos todos. Primero nos dimos un chapuzón y ahí llegó. Un tsunami suena casi como en la película. No sé si un día se abre la tierra sonará así. Miras a todo el mundo. Es como una negación de que lo que viene. Es un monstruo".
Ese mismo día, el Tsunami asoló Tailandia y así lo recuerda: "Fuimos a desayunar y a hacer planes. Yo tenia que poner una lavadora... Planteamos dejar a los niños en el hotel y buscar una lavandería, pero en el ultimo momento dijimos que íbamos todos. Primero nos dimos un chapuzón y ahí llegó. Un tsunami suena casi como en la película. No sé si un día se abre la tierra sonará así. Miras a todo el mundo. Es como una negación de que lo que viene. Es un monstruo".
"La secuencia del hotel y las palmeras cayendo es así. Lo ultimo que vi fui a una señora que venia corriendo con una toalla. La miré y dijo que como somos de ridículos y yo cogí mi libro para salvarlo. Me voy a morir y cogí mi libro. Lo acabé dos años después. No puedes leer. Tuve un shock postraumático. Me agarro al libro y miro a mis hijos por ultima vez".
"Un segundo y medio calculo que fue lo que tardé en gritar: ¡Quique, los niños! Ycrees que acaba todo aquí. Lo siguiente fueron golpes y golpes en la piscina. Asfixia, ganas de morirte, piensas en porqué te está pasando esto, mucha oscuridad, mucho descontrol. Después de cada golpe gritas que no les esté pasando a ellos que no...". Tras decir estas palabras, rompe a llorar visiblemente emocionada.
"Cuando salí a la superficie me cabreé con la vida. ¡Que mierda hago aquí! El tiempo desaparece. De repente todo va rápido o lento", cuenta mientras aún recuerda como su único pensamiento era que sus hijos habían muerto. "Cuando mi marido encontró a Tomás, el pequeño, se pellizcaba y era porque decia que se quería despertar... Habían pasado horas. Lucas me gritaba mamá, mamá, sacame de aquí. La marea viene con todo. Luego vienen dos olas y luego la resaca que tela. Pero te deja flotar. Mi marido emergió solo".
El Goya de La película 'Lo imposible' está en el fondo del mar junto a los 230.000 muertos. Bayona se lo entregó a María y ésta se lo dedicó a los fallecidos.
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